EL TERCER TESTAMENTO
El Tercer Testamento, afirma su creador Mauricio Matus, es una lúdica representación de la historia de México, que nace a partir de la concepción del colonialismo y cuyo punto extremo lo alcanzamos a vislumbrar como imposición occidental. El tema central de la obra esta en la identidad nacional y el consumo cultural.
Esta obra es entonces un reto a la imaginación, una exacerbada parodia para lograr un auténtico reconocimiento de nuestra realidad. Confronta el espectador con sus prejuicios e invita a liberar nuestro pensamiento colonizado y recuperar la decisión de vernos y pensarnos por nosotros mismos.
El cuadro de la Chica Maravilla, defensora de los desvalidos, es uno de los fragmentos finales de la obra, que entre muchas otras cosas, es una invitación a discutir acerca de la importancia del dinero en nuestra cultura y en nuestras vidas. Parte de esos antivalores que nuestra sociedad sigue poniendo en un gran nicho.
Y en palabras de su autor: “El cuadro de la chica maravilla es la confusión de valores, la deidad, ni es tonanzin, ni es Guadalupe, ni es chica maravilla, es una creencia necesaria sin discusión teológica. Una Guadalupe fresa, es una burguesa cantante yendo a la Basílica a darle las mañanitas a la virgencita”.
Esta obra es entonces un reto a la imaginación, una exacerbada parodia para lograr un auténtico reconocimiento de nuestra realidad. Confronta el espectador con sus prejuicios e invita a liberar nuestro pensamiento colonizado y recuperar la decisión de vernos y pensarnos por nosotros mismos.
El cuadro de la Chica Maravilla, defensora de los desvalidos, es uno de los fragmentos finales de la obra, que entre muchas otras cosas, es una invitación a discutir acerca de la importancia del dinero en nuestra cultura y en nuestras vidas. Parte de esos antivalores que nuestra sociedad sigue poniendo en un gran nicho.
Y en palabras de su autor: “El cuadro de la chica maravilla es la confusión de valores, la deidad, ni es tonanzin, ni es Guadalupe, ni es chica maravilla, es una creencia necesaria sin discusión teológica. Una Guadalupe fresa, es una burguesa cantante yendo a la Basílica a darle las mañanitas a la virgencita”.
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